-Llégame el comedero -
dijo a un gorrión otro gorrión muy maula.
-Pues ábreme primero -
contestó aquél -la puerta de la jaula.
-¿Y si al verte ya libre, en tu embeleso,
te vas sin darme de comer en pago?
-¿Y quién me dice a mí -responde el preso,-
que me abrirás, si llenas el monago? -
y en conclusión, por si ha de ser primero
llegar el comedero
o correr el alambre,
quedose el enjaulado prisionero
y el hambriento volvióse con el hambre,
¡Digno amigo, por Dios, de tal amigo!
Y ahora diréis, y bien, como yo digo:
¡Vaya, que son en ciertas ocasiones
lo mismo que los hombres los gorriones!
Los dos gorriones. Campoamor
miércoles, 15 de febrero de 2012
Hombres y Gorriones
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